Hildegarda desarrolló una de las contribuciones más originales a la psicología espiritual: un completo sistema de 35 pares de vicios y virtudes.

Esta extraordinaria mujer —benedictina, abadesa, visionaria, compositora, naturalista, médica y teóloga— nos dejó un legado que sigue siendo relevante.

Los 35 Vicios y Virtudes
de Santa Hildegarda

¿Qué son los 35 Vicios y Virtudes según Hildegarda?

En su obra Liber Vitae Meritorum (Libro de los Méritos de la Vida), Hildegarda presenta 35 pares de vicios y virtudes que representan:

  1. Un mapa completo de las tendencias del alma humana

  2. Una guía práctica para la transformación personal

  3. Un sistema que conecta estados morales con la salud física

  4. Un reflejo del orden cósmico en el microcosmos humano

Hildegarda veía estos vicios y virtudes no como meras categorías morales abstractas, sino como fuerzas reales que afectan nuestra salud física, mental y espiritual. Como explica en sus textos:

Los vicios y virtudes permanecen en estrecha relación con los órganos y sistemas del cuerpo humano
— Santa Hildegarda de Bingen

La visión espiritual de los vicios y virtudes

Hildegarda fundamentó su sistema en una profunda visión teológica donde el estado del alma impacta directamente el equilibrio corporal y la armonía con el cosmos. Para ella, los vicios representaban un oscurecimiento de la viriditas (fuerza vital divina), mientras las virtudes manifestaban su presencia plena.

Como expresó en sus escritos: "Cuando el alma está en desorden por los vicios, el cuerpo pierde su equilibrio de humores; cuando el alma es restaurada mediante las virtudes, el cuerpo recupera su armonía".

Este enfoque encuentra resonancia en textos bíblicos como Proverbios 17:22: "Un corazón alegre es una buena medicina, pero un espíritu quebrantado seca los huesos".

¿Por qué es importante hoy?

El sistema de Santa Hildegarda ofrece beneficios sorprendentemente actuales:

  1. Proporciona un enfoque integral que conecta cuerpo, mente y espíritu

  2. Ofrece herramientas prácticas para el autoconocimiento y la transformación personal

  3. Anticipa conceptos de la psicología positiva y la medicina psicosomática

  4. Integra la dimensión espiritual en el proceso de sanación

  5. Promueve una visión ecológica donde nuestra salud está conectada con la del cosmos

Como expresó el Dr. Wighard Strehlow, estudioso de la medicina hildegardiana: "Hildegarda veía los vicios no solamente como faltas morales sino como desequilibrios energéticos que manifestaban síntomas físicos, y por tanto su terapia combinaba el cultivo de virtudes con remedios naturales".

¿Como organizó Santa Hildegarda los 35 Pares de Vicios y Virtudes?

Hildegarda organizó sus 35 pares en cinco grupos correspondientes a los puntos cardenales y al centro, reflejando su visión integral del ser humano como microcosmos, según aparecen en el Liber Vitae Meritorum.

Los 35 pares pueden organizarse en categorías temáticas que revelan la profundidad y aplicación práctica del pensamiento hildegardiano. Esta agrupación (aunque no explicita en la obra original) nos permite comprender mejor cómo trabajar con estos vicios y virtudes en nuestra vida diaria.

1: Vicios y virtudes de la orientación fundamental del alma

Esta categoría aborda la dirección básica del deseo y la voluntad humana, determinando hacia dónde orientamos nuestra energía vital:

Vicios vs. Virtudes Manifestación del Vicio Transformación
Amor a lo mundano vs. Amor divino Apego excesivo a posesiones materiales, búsqueda de satisfacción únicamente en lo sensible, usar las cosas como fin en sí mismas. Redireccionar el deseo hacia lo eterno, practicar el desapego a través de la generosidad, encontrar a Dios en lo creado sin idolatrarlo.
Preocupación por lo terreno vs. Anhelo celestial Ansiedad constante por asuntos materiales, incapacidad para elevar la mente a realidades espirituales. Cultivar momentos diarios de contemplación, reevaluar prioridades, practicar la confianza en la Providencia.
Idolatría vs. Verdadero culto a Dios Absolutización de realidades relativas, dependencia excesiva de personas o instituciones, sustitución de Dios por ídolos modernos (tecnología, imagen personal, éxito). Reconocer la relatividad de todo lo creado, practicar el discernimiento espiritual, restablecer el orden correcto de valores.
Perdición del alma vs. Salvación del alma Autolesión espiritual a través de elecciones destructivas, abandono de la propia integridad, negación de la vocación divina. Reconocimiento del valor infinito del alma, redescubrimiento de la misión personal, aceptación de la gracia divina.
Olvido de Dios vs. Santidad Vida sin referencia a lo trascendente, ingratitud habitual, negligencia de la dimensión espiritual. Cultivar la presencia consciente, establecer prácticas de gratitud, reconocer lo sagrado en lo cotidiano.

Para Hildegarda, la batalla moral más básica es la dirección del amor.

Como escribió: "El problema fundamental del ser humano no es tanto su debilidad sino hacia dónde dirige su deseo".

Transformar esta orientación fundamental requiere un trabajo interior constante que integre cuerpo y espíritu.

2. Vicios y virtudes de la cognición y percepción

Estos pares abordan cómo percibimos, procesamos y comprendemos la realidad, afectando nuestro modo de conocer:

Vicios vs. Virtudes Manifestación del Vicio Transformación
Infidelidad vs. Fe Escepticismo destructivo, desconfianza sistemática, incapacidad para el compromiso profundo. Cultivar la confianza a través de pequeños actos de fe, practicar la apertura a la verdad, reconocer los límites de la razón instrumental.
Vanagloria vs. Temor de Dios Búsqueda de reconocimiento, atribución de méritos propios, olvido de la dependencia fundamental de Dios. Practicar el asombro ante lo sagrado, reconocer la propia contingencia, cultivar la humildad intelectual.
Falsedad vs. Verdad/Honestidad Autoengaño, manipulación de la realidad, relativismo moral, mentira habitual. Compromiso con la verdad por dolorosa que sea, sinceridad compasiva, coherencia entre pensamiento y acción.
Desesperación vs. Esperanza Pesimismo crónico, rendición ante las dificultades, incapacidad para ver posibilidades positivas. Cultivo de la resiliencia, enfoque en posibilidades futuras, confianza en la acción providencial.
Blasfemia vs. Alabanza a Dios Deterioro del lenguaje, habla destructiva, negación del valor sagrado de la vida. Purificación del habla, práctica de la bendición, descubrimiento del poder creativo de la palabra.

En el Liber Vitae Meritorum, Hildegarda presenta la Fe como "la verdadera luz que permite ver correctamente el orden divino".

Para ella, estos vicios y virtudes no eran solo actitudes morales sino modos fundamentales de conocer la realidad.

3. Vicios y virtudes de la interacción social y comunitaria

Aquí se incluyen los pares que regulan nuestras relaciones humanas y vida en comunidad:

Vicios vs. Virtudes Manifestación del Vicio Transformación
Discordia vs. Paz Conflicto constante, rivalidad, incapacidad para el diálogo constructivo. Práctica de la escucha activa, búsqueda de puntos comunes, cultivo de la mansedumbre.
Dureza de corazón vs. Misericordia Insensibilidad ante el sufrimiento ajeno, rigidez en los juicios, incapacidad para el perdón. Cultivo de la empatía activa, práctica del perdón como liberación personal, reconocimiento de la propia fragilidad.
Envidia vs. Caridad Resentimiento por el bien ajeno, comparación constante, incapacidad para celebrar éxitos de otros. Practicar la admiración genuina, cultivar la gratitud por los propios dones, contribuir activamente al bien común.
Aspereza vs. Auténtica generosidad Rudeza en el trato, mezquindad, gestos de generosidad con segundas intenciones. Cultivar la delicadeza en palabras y gestos, dar sin esperar retorno, practicar la generosidad anónima.
Discordia comunitaria vs. Concordia Faccionalismo, manipulación grupal, sabotaje de la unidad colectiva. Facilitar el consenso, construir puentes entre diferentes posiciones, subordinar intereses particulares al bien común.
Desobediencia vs. Obediencia Rechazo arbitrario de la autoridad legítima, individualismo extremo, ruptura de compromisos. Redescubrir el valor del orden, practicar la escucha interior, asumir responsablemente los compromisos adquiridos.
Injusticia vs. Justicia Trato inequitativo, abuso de poder, indiferencia ante la opresión, aplicación de dobles estándares. Cultivar la imparcialidad, trabajar por estructuras equitativas, reconocer privilegios propios.

Estos pares fueron particularmente relevantes en las comunidades monásticas que Hildegarda dirigió en Rupertsberg y Eibingen.

Como señalaba: "La Concordia en la comunidad humana refleja la armonía del macrocosmos divino"

4. Vicios y virtudes de los apetitos y la templanza

Estos pares abordan el control de los impulsos corporales y la moderación de deseos:

Vicios vs. Virtudes Manifestación del Vicio Transformación
Glotonería vs. Abstinencia Consumo excesivo, incapacidad para moderar el apetito, obsesión con la comida. Practicar la alimentación consciente, redescubrir el valor del ayuno moderado, degustar con atención y gratitud.
Lujuria vs. Castidad Reducción de personas a objetos de placer, sexualidad desconectada de la persona integral, adicción a estímulos sexuales. Redescubrir la integración entre sexualidad y persona, cultivar la mirada reverente, practicar la disciplina de los sentidos.
Intemperancia vs. Moderación Exceso habitual, incapacidad para el autocontrol, búsqueda constante de estímulos intensos. Cultivar el gusto por lo simple, practicar la sobriedad en todos los ámbitos, reconocer la suficiencia.
Concupiscencia vs. Deseo de Dios Deseo obsesivo y nunca satisfecho, consumismo compulsivo, adicción a novedades. Redireccionar el anhelo hacia bienes espirituales, cultivar el contentamiento, practicar la sencillez.
Diversión vana vs. Modestia Entretenimiento escapista, superficialidad constante, rechazo de la profundidad. Cultivar el ocio creativo, buscar entretenimiento con valor positivo, practicar la sobriedad digital.
Avaricia vs. Generosidad Acumulación excesiva, ansiedad por posesiones, incapacidad para compartir. Practicar regularmente el desprendimiento, compartir recursos, reconocer la abundancia ya presente.

Para Hildegarda, estos vicios afectan profundamente la salud física:

"La intemperancia y la glotonería no solo tienen efectos morales sino que alteran el equilibrio de los humores corporales, conduciendo a enfermedades físicas".

Su terapia integra siempre remedios corporales con prácticas espirituales.

5. Vicios y virtudes de la perseverancia y el compromiso

Estos pares tratan sobre la constancia del alma y la capacidad para mantener compromisos:

Vicios vs. Virtudes Manifestación del Vicio Transformación
Acedia/Tibieza vs. Fortaleza Pereza espiritual, mediocridad aceptada, aburrimiento existencial, falta de pasión vital. Redescubrir el propósito personal, cultivar la pasión por lo valioso, practicar la disciplina amorosa.
Inconstancia vs. Constancia Abandono frecuente de proyectos, volubilidad extrema, incapacidad para mantener compromisos. Cultivar la perseverancia mediante pequeños hábitos, honrar la palabra dada, mantener una dirección vital clara.
Pereza/Cobardía vs. Victoria divina Evasión de dificultades, miedo paralizante, resistencia al esfuerzo necesario. Enfrentar gradualmente los temores, cultivar el valor mediante pequeños actos de valentía, confiar en la ayuda divina.
Inconstancia en el bien vs. Estabilidad Entusiasmo pasajero por el bien, caída en los mismos errores, oscilación moral. Establecer rutinas virtuosas, cultivar el carácter estable, desarrollar la fidelidad en lo pequeño.
Obstinación vs. Arrepentimiento Rigidez ante los propios errores, resistencia al cambio necesario, orgullo que impide la corrección. Cultivar la flexibilidad interior, practicar el autoexamen honesto, abrirse a la renovación constante.

La Constancia era una virtud fundamental en el sistema hildegardiano, directamente vinculada al voto monástico de estabilidad.

Como señalaba: "La inconstancia es la debilidad que permite al alma caer repetidamente en los mismos errores, mientras la constancia construye el carácter que resiste las tempestades de la vida".

6. Vicios y virtudes del estado emocional

Finalmente, estos pares abordan la disposición emocional y su impacto en la salud integral:

Vicios vs. Virtudes Manifestación del Vicio Transformación
Tristeza mundana vs. Alegría celestial Melancolía destructiva, pesimismo crónico, incapacidad para el gozo auténtico. Cultivar la alegría como decisión vital, practicar la gratitud constante, celebrar las pequeñas bendiciones.
Cólera vs. Paciencia Ira descontrolada, irritabilidad constante, reacciones desproporcionadas. Cultivar la respuesta pausada, practicar la respiración consciente ante provocaciones, desarrollar la tolerancia a la frustración.
Infelicidad vs. Felicidad Insatisfacción crónica, quejas habituales, incapacidad para reconocer lo positivo. Practicar el contentamiento consciente, cultivar la aceptación de lo que no puede cambiarse, desarrollar la mirada apreciativa.
Necia alegría vs. Deseo de Dios Euforia superficial, búsqueda de placeres inmediatos, diversión que evade la profundidad. Cultivar el gozo profundo y duradero, buscar la alegría con propósito, celebrar lo verdaderamente valioso.
Soberbia vs. Humildad Autoexaltación, desprecio de otros, resistencia a la corrección, inflación del ego. Practicar el autoconocimiento honesto, reconocer la propia contingencia, aceptar límites personales, valorar genuinamente a otros.
Impiedad vs. Piedad Dureza espiritual, formalismo religioso vacío, religiosidad sin compasión. Cultivar la reverencia auténtica, practicar la religiosidad compasiva, integrar fe y vida cotidiana.

Para Hildegarda, las emociones no son solo estados psicológicos pasajeros sino orientaciones fundamentales del alma que afectan profundamente la salud:

"La alegría celestial se vincula con armonía del alma con la creación, mientras que la tristeza mundana fragmenta esa conexión, debilitando tanto el espíritu como el cuerpo".